jueves, 22 de diciembre de 2011

CANCIÓN DEL OLVIDADO


Nunca Júpiter pudo tanto sobre mí
Mientras Orión guardaba mi camino
Dejaría que tú fueses mi guía
Si yo sólo pudiera sortear mi destino
Pero cuanto más negra se torna la noche
Más brillante se hace mi desdicha

Miro a la Eternidad
Y sólo vislumbro vacío
Miro mi mediocridad
Y veo una broma del destino

Nunca un final fue más claro
Y nunca una fiesta tan fría
No habría dejado marcharte
Sin antes volver a buscar la salida
Nunca hubiera escrito mi vida
Sin tener su presencia y su guía

Miro a la Eternidad
Y sólo vislumbro vacío
Miro mi mediocridad
Y veo una broma del destino

 22/12/11 - Bajo la noche del caminante

domingo, 11 de diciembre de 2011

De Infiernos, Cielos, Religiones y demás sofismas

sofisma.
(Del lat. sophisma, y este del gr. σόφισμα).

1. m. Razón o argumento aparente con que se quiere defender o persuadir lo que es falso.

 (Extraído del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española)
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El otro día pensaba yo para mis adentros que sería divertido, por lo que conlleva de rotura de esquemas, explicar (y convencer ya de paso) a los cristianos y demás creyentes en el rollo de la dualidad cielo/infierno que lo que ellos llaman Infierno no es más que la vida presente que les ha tocado vivir. En realidad, no tienen más que echar un vistazo alrededor para quitarse la venda de los ojos y percatarse de que el mundo que nos rodea no es más que un puto infierno: hambre, miseria, guerras, odio, malos rollos... en fin. Y si con eso no les basta, porque siempre habrá quien diga que su vida es maravillosa, que piensen que por muy bien que les vaya en la vida, todo al final se les irá a la mierda cuando se mueran. Es más, quién sabe lo que se encontrarán una vez muertos... a lo mejor les toca vivir otra vida en la miseria mental y material. Vamos, como diría aquel, tanto remar para morir en la orilla.
Lo que digo es una argumentación similar a la que un amigo me contaba recientemente para echar por tierra la creencia que tienen la gente que se mueve por el ámbito de la ufología de que un día de estos vendrán a la Tierra los extraterrestres a rescatar a los que se lo merecen: ¿y si ya vinieron y se los llevaron a todos y, al final, los que hemos quedado somos en realidad la escoria de la humanidad? Viendo como anda el Mundo, no sería disparatado pensar eso.
Es también algo parecido al argumento de la película Matrix, en la que hasta que no te tomas la pastilla roja no eres consciente de que lo que crees ser tu "vida real" no es más que un programa, una fantasía en la que sólo eres partícipe a un nivel mental, no físico.
Si se piensa, los argumentos en los que se basa, por ejemplo (por eso de que es la que más de cerca me toca), la fe católica para demostrar la existencia de Dios, que para mi, todo sea dicho, no deja de ser una mera paja mental para dar explicación a lo que no se puede explicar de otra forma, son tan válidos como lo son para demostrar lo que digo: que todos los cristianos viven engañados por lo que ellos llaman Lucifer en un infierno maquillado de "vida material real" o "tiempo presente". Hasta podría demostrarse fácilmente y sin despeinarse con un poco de dominio del razonamiento teológico y el uso de hechos históricos como prueba que la cabeza de la Iglesia Católica es el mismo Satanás que tiene engañados a todos los creyentes (aclarar que, igual que lo digo para el catolicismo, lo digo para cualquier otra creencia que se mueva en los mismos parámetros). Lo que me extraña es que los teólogos (que tanto controlan de estas cosas) también ellos vivan engañados y no se hayan dado cuenta ya de este fallo de la ideología cristiana.
En fin, supongo que a toda esa gente les trae más cuenta creer que si vas a seguir viviendo igual de engañado, mejor estarlo en una farsa en la que, poniendo algo de tu parte (llámese arrepentimiento) y con un poco de suerte, por muy cabrón que hayas sido, tienes un final supuestamente chachi yendo al Cielo, en lugar de pasarte toda la vida amargado de saberte en la condenación eterna, que ya sabemos que eso no vende y de lo que se trata al fin y al cabo en este negocio es de captar adeptos a la causa.

jueves, 8 de diciembre de 2011

LA FIERA DE MI PASADO


Una vez más, me voy por donde he venido. Una vez más, con esa extraña sensación de vacío. Extraña pero, de tanto tenerla como compañera de viaje, ya familiar.
A estas alturas de viaje, la verdad es que uno ya ni siente ni padece y, sin embargo, sigo saboreando la amarga hiel del desencanto. Una hiel que ya no es tan amarga… quizás porque ya he perdido el gusto; y un desencanto que ha devenido en rutina y ya no duele tanto… quizás porque ya no tiene carne donde morder.
El caso es que llevo cuatro años arrastrando una vida que se aferra a mi espalda, una vida que ya no es tan mía y que debería haber enjaulado hace ya tiempo…

LA FIERA INDÓMITA DE MI PASADO
ARMA AFILADAS GARRAS
CON LAS QUE AFERRARSE A MI ESPALDA
HACIENDO TRIZAS MI FUTURO
A CADA DÍA QUE PASA.

Es lo que hay y es lo que he de solucionar.
¿Borrón y cuenta nueva? ¿Año nuevo, vida nueva? Se verá…

jueves, 24 de noviembre de 2011

INTUYENDO UN MUNDO DE ZURDOS

Entender la manera en que funciona el cerebro es un primer paso para llegar a comprender por qué eres como eres y por qué la sociedad en la que vivimos es como es.
Gracias a este artículo sobre el funcionamiento del cerebro he tenido lo que puede llamarse un momento de inspiración, he visualizado una idea que no sé si será acertada pero, si me dejo guiar por mi intuición (o por mi hemisferio cerebral derecho), me da que puede tener cierta verosimilitud.
En definitiva se trata de que estoy empezando a sospechar que todos lo problemas de la sociedad occidental (los llamados países desarrollados) derivan del dominio del lado izquierdo del cerebro sobre el derecho. Mientras leía el artículo al que hacía mención anteriormente, estaba pensando que el lado derecho (el creativo) empezó a quedarse atrás y a ser subyugado por el izquierdo (el analítico, secuencial y verbal) cuando el Hombre pasó, de ser cazador/recolector y vivir en grupos clánicos o grupos familiares amplios que se movían por amplias extensiones de tierra según la abundancia de recursos, a formar sociedades agrícolas y convertirse en un ser urbanita y sedentario (un mundo en el que dominan el orden que imponen los asentamientos urbanos y el ritmo de vida secuencial que dicta la agricultura). Antes de eso, imagino que la vida cazadora, nómada y mística del ser humano mantenía a ambos hemisferios en una especie de equilibrio en una pugna que debió de empezar con la aparición del lenguaje en nuestros antepasado homínidos.
Puede sonar pretencioso pero estoy empezando a creer que el gran cambio a mejor en nuestra especie/sociedad se dará cuando recuperemos el lugar que le corresponde a nuestro cerebro derecho en el mundo que nuestros hemisferios izquierdos (el que domina en los individuos diestros) han creado.

martes, 4 de octubre de 2011

Avispada avispa

Un verano, cómo no, da para mucho y, además de darle a la zanfoña, he podido también darle rienda suelta a mi vena naturalista y "curiosa".
Aprovechando los últimos coletazos de buen tiempo con el que el verano nos ha obsequiado este año más que de costumbre, fui a pasar un día en el campo con mi familia... el típico pic-nic de domingueros en algún lugar de la Sierra de Guadarrama, vamos.
Resultó que el lugar estaba plagado de avispas que se nos unieron sin miramientos al festín, pulando a sus anchas por entre las viandas como si de parte de la familia se tratase. Desafortunadamente para las avispas, el manjar predilecto de este insecto, como el de tantos otros, resultó ser el Trinaranjus de naranja. Digo desafortunadamente porque más de una acabó sumergida en el fondo de los vasos que contenían dicho refresco sin posibilidad de escapar. Aprovechando la coyuntura y para saciar la curiosidad de los más pequeños de la familia, se nos ocurrió rescatar a una de estas desdichadas avispas y ponerla al sol para ilustrar cómo los insectos, al contrario que los humanos, no se ahogan al sumergirse por un tiempo prolongado en agua (o un líquido de base acuosa como el Trinaranjus), al mismo tiempo que lo grababa en vídeo con mi cámara de fotos. El resultado fue este:


Esto ocurre porque, a diferencia de nosotros que respiramos a través de los pulmones, órganos que son incapaces de trabajar correctamente bajo el agua, los insectos poseen tráqueas que permiten un cierto intercambio de oxígeno a través de este líquido. Intercambio que, si bien no es suficiente para permitirles una completa actividad, si que les permite mantener un metabolismo basal y permanecer en un estado de muerte aparente pero sin llegar a morir ahogados. En cuanto ese agua que obstruye las tráqueas se evapora, el animal vuelve a respirar normalmente y recupera toda su actividad.

Juego de Zanfonas

Este verano lo he dedicado, entre otras cosas, a practicar un poco con la zanfoña y, además de repasar otras piezas que componen el repertorio normal del curso, me propuse sacar las diferentes voces que componen el tema principal de la serie Juego de Tronos. Afortunadamente para alguien que no tiene demasiados conocimientos de solfeo, el tema estaba en la misma afinación que la zanfona así que no me tuve que romper mucho la cabeza, sólo pornerle oído al asunto.
Este fue el resultado:



Espero que os haya gustado.

viernes, 26 de agosto de 2011

ES QUE LAS ESCALADAS ME PONEN

La madre: ¡¡Niño!! ¿Qué haces ahí subido encima de ese montón de periódicos?
 El hijo: Nada, mamá. Es que las esquelas se escalan muy bien.

martes, 14 de junio de 2011

REFLEXIONES EN EL ESPEJO DEL ALMA

Para bien o para mal soy como soy (con mis virtudes y mis defectos) y me sentiré incómodo al lado de quien no lo asuma.

Peor que el miedo a la desgracia es el miedo a la felicidad.


Transgredir las normas no te hace más independiente sino más temerario

Si no lo vas a hacer ahórrate el pensarlo porque todo lo que puedas pensar no sirve de nada si no lo dices o no lo haces.

Buscar en tu interior sólo sirve para perderte aún más.

La inmensa mayoría sólo desea aquello que se le dice que ha de desear.

Las verdades se hicieron para poder refutar las mentiras.

Los recuerdos son los desperdicios de toda una vida.

Cuanto más lejos mires, más pequeñas e indefinidas verás las cosas.

Tu cuerpo no respira para vivir sino para no morir.

El llanto de un niño nos incomoda porque nos recuerda lo frágiles que somos.

Si piensas que eres frágil es porque no has intentado romper el espejo en el que te miras.

No olvides que las estrellas siguen brillando en el cielo diurno aunque tú no las veas.

Todos somos especiales y únicos pero lo importante es que los demás lo sepan.

No hagas planes de futuro porque el pasado siempre estará ahí para jodértelos.

UN CUENTO DE ARENA DORADA

Hace muchos años, en un país como otro cualquiera, vivió un joven apasionado de la exploración, ya fuese celeste o terrestre, animal o vegetal o, incluso, material o inmaterial. Pasábase horas y horas investigando, de día por el campo, en busca de cualquier cosa que pudiese llamar su innata curiosidad de naturalista y, de noche, escudriñando los cielos en busca de planetas, estrellas, asteroides y nuevos cometas aún por descubrir como buen astrónomo aficionado.

Un día llegaron a sus oídos noticias de una tierra lejana y aún incógnita que guardaba grandes maravillas, encantos y sorpresas para aquel que primero la descubriera. Se decía de ella que la arena de sus playas era dorada y resplandecía con el brillo de mil diamantes al mínimo contacto con los rayos del Sol; que sus lagos interiores refulgían con un verde esmeralda jamás visto, verde que competía en belleza con el de su tupida vegetación y que contrastaba con los encarnados ríos de lava que manaban copiosos de la boca de sus volcanes, escurriendo lenta y majestuosamente por sus faldas cual lisa melena sobre los hombros de la más hermosa y pelirroja dama. A partir de ese día, nuestro joven dejó de dormir por soñar con hallar aquel desconocido paraíso y, a cada día que pasaba, los relatos que sobre la belleza de aquella tierra le llegaban crecían en grandiosidad y detalle.

Así pues, aquel joven, determinado en ser el primero en poner pie sobre sus playas y en darle un nombre a ese edén, escudriñó los cielos e investigó mapas y cartas náuticas, cada centímetro de sus tierras y de sus mares y cada palabra que en ellos aparecía escrita, para encontrar alguna pista que le condujese hacia él, embarcándose finalmente en una arriesgada empresa que le llevaría a circunnavegar el Orbe.

Mas pasaron los días y las noches, uno tras otro hasta contarse primero por meses, luego por años y, finalmente, por lustros. Media vida consumida en navegar de uno a otro océano y de uno a otro polo terrestre y ni rastro halló de aquellas tierras. Y tanta infructuosa búsqueda fue poco a poco consumiendo, también, tanto su inquebrantable determinación como su lozana juventud hasta que por fin, un gris día de noviembre, cansado y cabizbajo, despidiose de aquellos que fueron sus compañeros en la búsqueda y que, a la postre, habíanse convertido en sus mejores amigos y cogió otro barco que le llevaría rumbo a su hogar para dedicarse a otros menesteres menos volátiles y más productivos, olvidando por siempre aquel sueño inalcanzable.

Pero he aquí que, tras meses de viaje de regreso a su país, al llegar a su casa y abrir la puerta, encontrose a un menudo y ajado anciano de largas y canosas melenas que, jugueteando en el recibidor con lo que parecía ser la rama de un aromático árbol, mirábale con despreocupados pero profundos ojos negros esperando la inevitable reacción de aquel que acababa de cruzar el umbral de su propia casa. Sin saber que hacer y entre temeroso y espoleado por su innata curiosidad, nuestro ya no tan joven personaje preguntole a aquel anciano, mientras colgaba en un destartalado perchero su chorreante sayo, lo que era menester en semejante caso: cómo demonios había conseguido entrar en su casa y qué era lo que hasta ella le traía. A lo que aquel imperturbable anciano respondiole con un agudo y casi ridículo hilillo de voz:

-¿Por dónde sino por la puerta?- y, tras un profundo carraspeo que le hizo mejorar un poco el aspecto de su voz sentenció: -Bueno, irreverente joven, me trae una oportunidad que sólo un loco podría rechazar.

Dicha respuesta le dejó doblemente descolocado por lo que el anciano, previendo la reacción hostil ante su inesperada presencia y antes de que tuviese tiempo para echarle de su casa, apresurose a decirle que él podía conducirle a lo que tantos años había dedicado a encontrar. Esas palabras terminaron por desconcertarle completamente y, casi sin fuerzas ni convicción para invitar al viejo a abandonar su casa, nuestro hombre dejó caer el peso muerto de su cuerpo sobre el viejo sillón polvoriento que gobernaba el pequeño salón de su casa y, con un aire entre agotado e indiferente, pidiole al anciano que dijese lo que tuviera que contarle al respecto o que saliese por donde había entrado.

De modo que el viejo sentose sobre una mugrienta alfombra que había ante el sillón y díjole así:

- Ayudarte podría, mi joven padawan... ¡Uy! Perdón, a estas edades uno ya no sabe muy bien por donde pisa-. Y, tras un breve pero socarrón ataque de risa, prosiguió: -En fin, jovenzuelo de tres al cuarto, sé que has perdido media vida buscando una tierra de la que te hablaron y que ni siquiera, después de tantos años, has llegado a atisbar en el horizonte. Sé también que piensas que esa tierra no existe y que fuiste víctima de una serie de engaños que te jugaron tu ilusión y tu desaforada fantasía y que te han hecho regresar a donde partiste con las manos y el corazón vacíos.

- ¿Y tú cómo sabes eso?- Interrumpiole malhumoradamente nuestro desilusionado hombre.

- ¡Eso no viene al caso, maleducado jovenzuelo! Y no me vuelvas a interrumpir que no estoy yo a mis años como para perder el tiempo con chiquilladas.

Y, tras llevarse a la boca y masticar concienzuda pero pausadamente una de las aserradas, lustrosas y aromáticas hojas que poblaban la rama con la que había estado jugueteando todo el rato, continuó:

- Como te dije antes, vine a hacerte una oferta. Un trato que te permitiría ver y pisar aquello por lo que tantos años de tu vida has perdido pero...

Antes de que pudiese acabar de oír la frase nuestro ya no tan joven protagonista habíase sumido en un profundo y reparador sueño del cual no despertaría hasta pasados tres días. Así de agotado le dejo su infructuosa búsqueda. Cuando lo hizo, vio que delante suyo y sobre la alfombra, hallábanse la rama del aromático árbol junto a la bola de cristal pero ni rastro quedaba del menudo anciano de blanca cabellera. Sin darle importancia, principalmente por el hambre que devoraba sus entrañas tras tres días de ayuno, dirijiose a la despensa para buscar un mendrugo de pan o algo que poder llevarse a la boca, mas nada comestible encontró salvo unas avellanas encerradas en un bote que estaban más rancias que las barbas de aquel misterioso viejo pero, aun así, comenzó a comerlas con más hambre que gusto. Sin embargo, a la que se daba la vuelta para salir por la puerta de la despensa estuvo a punto de atragantarse con una de esas avellanas. Fue tal su sorpresa al encontrarse ante sus pies la dichosa bola de cristal. Con más miedo que otra cosa, agachose sigilosamente para cogerla y, según acercábasela a los ojos pudo observar como empezaba a hacerse perceptible una imagen que le resultaba familiar. Era el puerto de su ciudad y, en uno de sus muelles, un barco amarrado que parecía listo para zarpar y en cuya cubierta podía verse a un pequeño anciano de blanca melena. Sin apenas reflexionar sobre lo que acababa de ver, nuestro hombre sintió el irrefrenable impulso de salir corriendo hacia el puerto. Así que sin entretenerse en coger nada para lo que parecía que sería un largo viaje salió de su casa como alma que lleva el diablo.

Cuando llegó al muelle donde efectivamente se encontraba amarrado el barco que en aquella misteriosa bola pudo ver, dirigiose al capitán para enrolarse como tripulación acreditando sus años de experiencia en la mar.

- ¡Bienvenido sea, joven! A fé mía que manos fuertes nos harán falta para tan larga travesía hacia los mares del sur.

Una vez a bordo, dedicose infructuosamente a buscar al anciano mas encontrarle no pudo. Así que con una mezcla de desilusión y desasosiego hízose a la mar sin saber qué podía depararle un viaje en un barco que ni siquiera se dirigía a donde su corazón le empujaba.

Tras dos meses de navegación llegó el momento de doblar el Cabo de Hornos y, cómo no, allí les estaba esperando una terrible tormenta que, a pesar de todos los esfuerzos del capitán y su tripulación, vino a dar buena cuenta del navío, haciéndolo añicos y esparciendo sus restos por el vasto océano. En uno de esos restos encontrose nuestro ya no tan joven hombre flotando inconsciente a la deriva hasta que un fuerte golpe contra una roca, días más tarde, le devolvió a la realidad. Desorientado y en un estado de deshidratación deplorable, arrastrose como pudo hasta la arena de la playa cuyos límites los marcaba por uno de sus lados la roca que le había despertado. Allí quedó nuevamente inconsciente no sin antes imaginar que la arena donde reposaba pareciole que brillaba con el fulgor de mil diamantes...

- ¡... viejo amigo, despierta!

No podía creerlo, era uno de sus viejos compañeros de infructuosa búsqueda que en ese preciso instante le ofrecía un cuenco de agua y un buen mendrugo de pan con algo que parecía carne asada.

- ¿Dónde estoy? ¿Cómo me has encontrado?- Preguntole nuestro no tan joven y desorientado náufrago a su viejo amigo, no sin antes haberle dado un par de buenos tragos al cuenco y otros tantos buenos mordiscos al mendrugo de pan.

- No te lo vas a creer pero has venido a parar a la tierra que tú y yo anduvimos buscando durante tantos años.

- Pe... pero... ¿Tú? ¿Cómo es que estás tú aquí también?

Entre sorbo de agua y bocado al mendrugo escuchó atentamente lo que su amigo fue relatándole. De cómo, tras abandonar él la expedición, su nave entró en una zona de mareas extrañas en las que la brújula volviose loca, perdiendo el rumbo y toda posibilidad de orientación pues una densa capa de nubes cubrioles el cielo durante días. Así navegaron a la deriva hasta que una oscura noche sin luna el casco de la embarcación encalló contra unas rocas. A la mañana siguiente vieron ante sus ojos el espectáculo de una fulgurante playa dorada bajo los primeros rayos de la mañana sobre un fondo de vegetación verde como nunca habían visto y supieron entonces que habían llegado a lo que tanto tiempo les había llevado encontrar.

- Esto es más maravilloso y espectacular de lo que habíamos oído. ¿Ves?- Dijo cogiendo un puñado de arena de la playa y soltando una sonora y nerviosa carcajada. -¡Es polvo de oro puro! Con razón brilla de esa forma. ¿Te das cuenta de que ahora somos ricos? ¡Los hombres más ricos del mundo!- Sentenció con los ojos desorbitados por la codicia.

A nuestro protagonista sorprendiole aquella desmesurada reacción en su viejo amigo, al que para nada tenía por codicioso, pero prefirió no darle demasiada importancia. Habría sido un golpe de sol, pensó, y prefirió preguntarle por el resto de los compañeros que viajaron en el barco hasta allí.

- ¿Los demás dices? Mmmmm, pues unos cuantos repararon el barco y se hicieron a la mar con la pretensión de regresar a casa y, la verdad, no sé que habrá sido de ellos. En cuanto a los demás que quedamos aquí, cada uno nos fuimos por nuestro lado para establecernos independientemente-. Y concluyó: - Ahora lo que tienes que hacer es reponer fuerzas y descansar, que da pena verte. Allí, junto a la playa, tienes una pequeña choza donde habitar. ¡Ah! Y no tengas prisa, aquí tenemos todo el tiempo del mundo.

Dicho esto, se incorporó y dio media vuelta para perderse entre la espesura de la vegetación.

Durante los siguientes días, nuestro ya no tan joven hombre aprovechó para explorar el territorio y a cada paso que daba descubría nuevas maravillas que aquella tierra desconocida escondía. De este modo, poco a poco iba creciendo en el un apasionado sentimiento hacia aquel nuevo mundo y hacia los secretos que guardaba. Sin embargo, del resto de sus antiguos compañeros, en ningún momento tuvo una señal o noticia. Así que un buen día, abordando a su amigo, díjole así:

- Mira, me he recorrido palmo a palmo todo el territorio que alcanza nuestra vista y no he conseguido ver a nadie más a parte de nosotros dos, ni señal alguna que me haga sospechar que hay más gente. Por favor, cuéntame que sucede.

Su amigo, tras intentar esquivar las demandas de nuestro protagonista, terminó confesando lo que en realidad sucedió. Entre lágrimas e insensatos reproches contole que tras partir en el reparado navío aquel grupo de hombres, su codicia por el oro que guardaban aquellas playas fue creciendo cada día que pasaba a la par que también crecía el miedo a que sus compañeros intentasen arrebatárselo o salir de la isla para hacer público al mundo las riquezas en oro y piedras preciosas que allí había. Así que no le quedó más remedio que ir matándolos uno a uno antes de que cada uno de ellos hiciese lo propio con él.

No podía dar crédito a sus oídos nuestro hombre y, con un hondo temor en su interior ante lo que podría hacerle el que una vez fue su amigo, decidió alejarse de él sin dirigirle ninguna palabra más.

- ¿Dónde vas? ¿Qué haces? ¡No tienes por qué temerme! Somos amigos… ¡Vuelve!-. Gritábale su trastornado amigo mientras se alejaba hacia la espesura del interior.

De este modo volvieron a perder el contacto. Los días transcurrían allí sin pena ni gloria y sin prisa y nuestro amigo se dedicaba a catalogar todo lo que encontraba y por las noches intentaba averiguar la posición en el globo terrestre de aquel mundo a partir de la posición relativa de las estrellas, sin embargo, ninguna de las constelaciones que observaba en el firmamento resultábanle familiares, por lo que tuvo que desistir.

 Una noche, cuando no habían pasado apenas dos meses desde que llegase, apareciósele en sueños el menudo y ajado anciano que le había traído hasta allí y con voz atronadora, para nada similar a la que tenía cuando le conoció, díjole:

- Mi joven padawan... ¡Cáspita! Quería decir mi maleducado joven, has de saber que no es conveniente que permanezcas aquí mucho tiempo más. Sé que esta tierra te atrae y no precisamente por sus riquezas minerales, como le ocurre a tu amigo, sino por su encanto y riqueza natural. Eso está muy bien pero, como ya te dije aquel día en tu casa y que tú no recuerdas por haberte quedado dormido, llegará un momento en que tendrás que elegir entre marcharte de aquí o quedarte, con lo que ello conlleva, es decir, que tarde o temprano deberás enfrentarte con tu amigo a vida o muerte por la posesión de este territorio. Así pues, tienes en tus manos la elección de ganar la satisfacción de haber conseguido lo que buscabas, quedándote con el recuerdo y lo poco que de aquí te puedas llevar para poder contárselo y mostrárselo a tu gente o, bien, de perder a un amigo y cualquier futuro que pudieras tener en tu ciudad y tu país de origen por permanecer por siempre junto a esta tierra. Elijas lo que elijas, tu decisión habrá sido, yo en eso no podré hacer nada. No obstante, si al final elijes la primera opción, te preguntarás de qué manera podrás salir de aquí sin ningún medio y sin posibilidad de orientarte. No te preocupes por ello, llegado el momento sabrás como hacerlo.

Dicho esto, nuestro amigo despertó sorprendido por un golpe de aire cálido y sulfuroso que bajaba del volcán que se erguía tras él.

Los días siguientes al sueño no hizo más que darle vueltas a todo lo que le había oído decir al anciano. Una mañana, mientras reposaba tumbado en la arena de la playa tras un reconfortante baño, sintió de repente unas pisadas que se dirigían hacia donde él se encontraba. Tuvo el tiempo suficiente para girar la cabeza y mover el tronco lo suficiente como para esquivar el palazo que su viejo amigo intentaba propinarle en el cráneo. El segundo palazo no alcanzó su objetivo porque nuestro ya no tan joven personaje estuvo lo suficientemente rápido como para echarle el polvo de oro que formaba la arena en los ojos, cegándole temporalmente la visión.

- Pero, ¿se puede saber qué haces?

- ¡Te he visto! Intentabas robarme mi arena de oro.

- ¡Tú estás loco! Sólo estaba descansando en la playa.

Mientras uno le gritaba al otro, alrededor de ambos el viento hacíase cada vez más fuerte y unas amenazadoras nubes negras lo empezaban a cubrir todo. Fue entonces cuando el amigo trastornado comenzó a correr blandiendo la pala en clara actitud ofensiva tras nuestro personaje, al cual sólo le quedó huir e intentar esquivar malamente lo golpes de pala que intentaba asestarle su antiguo amigo. A todo esto, ya había comenzado a llover copiosamente y los rayos que caían cercanos restallaban cada vez más fuerte. En uno de aquellos fogonazos, el perseguido pudo descubrir semienterrada lo que parecía ser una bala de cañón. Instintivamente, la cogió y esperó escondido a que se acercase su perseguidor al que, en cuanto estuvo a su alcance, golpeó fuertemente en la cabeza con dicha bala, cayendo inconsciente sobre la arena de la playa al momento. Invadiéronle entonces unas repentinas e irrefrenables ganas de acabar con él pero, en el preciso instante en el que alzaba la bala para coger impulso y asestarle el golpe definitivo en la cabeza, el resplandor de un rayo le mostró ante él un robusto laurel que, sin embargo, agitábase con el viento como queriendo zafarse de sus raíces para echarse al mar a nadar. También observó que entre sus ramas sacudíase una gruesa cuerda que terminaba en uno de sus extremos unida a lo que parecía un salvavidas.

Fue en ese preciso instante cuando nuestro ya no tan joven hombre recordó las palabras que el anciano le había dirigido en su sueño: "... llegado el momento sabrás como hacerlo", y vio claro el momento para salir de aquella codiciada tierra. Sin pensárselo dos veces, cogió la cuerda y comenzó a anudarse las piernas, el cuerpo y lo que pudo de los brazos al tronco del árbol sin perder por un momento de vista y de alcance el salvavidas. El tiempo parecía pasar muy despacio mientras la tormenta arreciaba. El árbol se agitaba cada vez más pero parecía que nunca iba a desprenderse de la roca a la que tímidamente seguía agarrada. La marea seguía subiendo y las olas ya casi llegaban hasta donde él se encontraba. En otro fugaz relámpago pudo ver como su amigo había conseguido incorporarse y salir corriendo huyendo algo desorientado de las olas que se le venían encima. De repente, un fuerte golpe de mar arrancó de cuajo las raíces del árbol lanzándolo violentamente al mar con su improvisado polizón a bordo. En cuestión de segundos ambos, el laurel y su polizón, desaparecieron en la oscuridad de la tormenta engullidos con violencia por las olas.
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Esta mañana, al bajar a por el pan, me he encontrado con la pequeña vecina del tercero, iba sonriente con unas tijeras y al preguntarla que ha donde iba tan dicharachera me ha contado que bajaba a cortar una rama al viejo laurel del jardín, que su madre lo necesitaba para cocinar no sé que plato, y ha insistido en que subiera esta tarde a su casa para enseñarme los tesoros que su abuelo tiene guardados en un viejo arcón y, en voz baja para que no se enterase nadie pero sonriente, me ha confesado que entre esos tesoros hay una pequeña bolsa de cuero con un puñado de arena de polvo de oro.

sábado, 11 de junio de 2011

EN OCASIONES VEO MUERTOS

En ocasiones veo muertos, que diría Cole, el niño de El Sexto Sentido, pero yo los veo a diario y por todos lados. Muertos, aunque ellos crean que están vivos, caminando por las calles por delante de gente que clama indignada contra lo que es un atropello a la ciudadanía perpetrado por el poder económico y político que nos gobierna.
Muertos que pasan por delante, ajenos a la indignación imperante, quizás pensando que eso no va con ellos o que sólo son una turba de izquierdosos, perroflautas e inadaptados sociales quejándose porque tiene que haber de todo ("en la viña del Señor").
Muertos que a veces, incluso, sonríen al ver a esa chusma, quizás pensando que ahora se acerca el momento de su querido partido, que ellos sí que lo van a hacer bien, o quizás porque piensen "menos mal que yo no estoy como ellos, en paro y sin un futuro a la vista" sin saber que toda esa gente es también gente como ellos. A veces, finalmente, hasta nos hacen fotos como si fuéramos una atracción turística puesta por el "hay-untamiento".
Toda esa gente muerta y ajena a lo que realmente está pasando, que ve y lee la información manipulada, procesada y empaquetada que les sirven religiosamente los medios de comunicación vendidos al poder, toda esa gente creo que aún no se ha tomado su pastilla roja.

Mes y medio antes del 15M supe de la existencia de un grupo de facebook y una web llamados "Democracia Real Ya" que agrupaba a una plataforma que intentaba organizar una manifestación para el que fue aquel glorioso día de mayo. Antes de eso, yo era otro ciudadano más que veía que desde hacía ya bastante tiempo las cosas no iban bien, que había una crisis pero que detrás de esa crisis había algo más y, encontrarme con Democracia Real Ya y pulsar el botón "Me gusta" de su grupo en facebook, fue la pastilla roja que me abrió la mente a todo lo que sucedía a mi alrededor. A partir de ahí, los acontecimientos han ido desarrollándose a velocidad de vértigo, primero la manifestación del 15M y, después, todas las movilizaciones, acampadas, asambleas y actos asociados al movimiento de indignad@s, la información fluyendo en cantidades ingentes, básicamente por Internet, en un no parar de recibir y enviar, compartir, sugerir y desechar... Hasta hoy mismo.
En fin, no sé hasta dónde nos llevará esto y si tendrá un final feliz (espero que sí) pero de momento seguimos, unos perdidos en la mentira en la que viven engañados y otros, con los ojos y la mente bien abiertos y alargando bien los brazos para intentar descorrer ese tupido velo que el poder financiero y el poder político intentó hacernos creer que era la (cruda) realidad. En definitiva, un estúpido velo que debemos hacer caer para que la luz de la verdad llegue a todos aquellos que siguen muertos sin saber que lo están.

EGO ME ABSOLVO

Soy de la opinión de que en determinadas circunstancias es más fácil saber lo que no se quiere que estar seguro de lo que se desea, así como que es más fácil caer en el error de mirar antes por el bien ajeno que por el de uno mismo cuando tus decisiones también afectan a otros, al menos en mi caso.
Si, encima, se te juntan las dos cosas, el caos mental que se te puede generar es para mear y no echar gota. Es en esos casos cuando, irremediablemente, debo echar mano de eso que llamamos egoísmo y que vemos como una cualidad negativa pero que necesitamos para sobrevivir a los embates de la vida.
Hace poco tome una decisión llevado por uno de esos puntuales arrebatos de egoísmo. Fue una decisión difícil de tomar ante unas circunstancias que no habría deseado pero que me dejaban al borde de una encrucijada en mi vida. No me arrepiento de dicha decisión pero quizás la forma en la que lo hice no fue la mejor y eso no ayuda a evitar que, de vez en cuando, me suba un regusto amargo al pensar en las consecuencias a terceros de dicha decisión.
Es entonces cuando tengo que volver a recurrir a lo que decía en el primer párrafo y convencerme de que, entonces como ahora, sé lo que no quiero porque es de lo poco que se aprende de los errores que cometes, y sé que lo que hice debía hacerlo por mi propio bien, a pesar de los daños colaterales. A partir de este punto, todo lo que me queda es seguir caminando hacia delante.

miércoles, 8 de junio de 2011

CARTA ABIERTA Y ANÓNIMA A JOSE LUÍS RODRÍGUEZ ZAPATERO

Esta es la carta que un conocido mío, indignado por la situación económica de España, dirige al Presidente del Gobierno y que aquí reproduzco con mucho gusto para su general conocimiento y divulgación.
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Me enervan las declaraciones públicas de nuestro José Luis, Zapatero para más señas. Asegura nuestro preboste, eso sí, sin rubor alguno, que el dinero que el Estado español ha facilitado a la banca privada nos será devuelto con creces (intereses): ¿ingenuidad?, ¿impostura? …

Vamos a proponerle a él, a nuestro prohombre, algunas reflexiones y unos pocos datos:

  1. Al comienzo de la crisis (finales de 2007) el estado español, tenía un poco más de un 35% de deuda externa, que sí José Luis, esta es la deuda que el Estado le debía a la banca extranjera.
  2. El cierre de los presupuestos del estado en 2007 se saldo con superávit por un total de casi 16.000 millones de euros, a nuestro favor, es decir, José Luis, teníamos en caja esa “pasta”.

Estas eran unos excelentes resultados del Estado español. Pero, ¡llegó la crisis!, “tal cuál retorna la cigüeña al campanario” y yo ciudadano español para que conste en acta, afirmo solemnemente: Prometo por mi honor que nada tengo que ver en la gestación de esta crisis. Así mismo reclamo para más del 95% de los españoles su más que probada inocencia en la génesis y desarrollo de la misma. José Luis, ¡sí! sabemos todos que los ciudadanos del estado español no son los culpables de la crisis ¿por qué les pasas a estos la factura de un delito que no han cometido? ¿quiénes son los verdaderos delincuentes? ¿los hay?

¿Vas al cine?, ¿no te bajarás las “pelis” de la “mula”?, te recomiendo un magnífico documental: INSIDE JOB ganador del oscar de “jolivud”, en el que verás las caras, con sus nombres y apellidos de los culpables de la crisis.

Ahora que ya sabes, José Luis, cómo estábamos antes de que llegara la crisis y quiénes la han propiciado, voy a recordarte una lección de historia económica que estoy seguro no quieren darte tus economistas de cabecera, así que al “loro”:

En los años 80 se escribió en Francia la teoría más brillante sobre la dictadura del mercado con variados apelativos: nuevo orden mundial, neoliberalismo, etc.  Margaret Thatcher la aplicó la primera vez en Inglaterra, y Ronald Reagan se la llevó a USA. Y sus principales características son las siguientes:

  1. Pensamiento único: El objetivo es que la gente abandone los principios de la conciencia del ser humano, o valores del “ser”; y los cambie por los valores del “tener”. Se acaba viendo normal que todo el mundo tenga un precio.
  2. Concentración del poder económico en muy pocas manos
  3. Se hacen con los más importantes medios de comunicación para usarlos como medios de manipulación de masas y desde ellos imponen el pensamiento único.
  4. Se impone el déficit cero y la austeridad en el gasto público, reduciendo el tamaño de la administración pública, las ayudas sociales y los servicios que el Estado proporciona a los ciudadanos.
  5. Imponen el crecimiento económico sin control, sin importarles el daño a la naturaleza, sin que se frene el uso desmedido de los recursos naturales.
  6. Imponen la reducción de la inflación pero hasta ciertos límites: que toda suba pero sin pasarse.
  7. Imponen el aumento constante de la productividad
  8. Se invierte poco o nada en la economía real el dinero se dirige a la economía financiera.

Estas son sus principales recetas, te suenan José Luis, son las mismas que te han dado los diferentes emisarios de Obama, la Merkel, Sarkozy, el FMI, la OCDE y, te preguntarás: ¿Cómo sabe este lo que me han dicho, si él no estaba presente?

¿Cómo hemos podido pasar de superávit presupuestario y baja deuda externa a la situación actual? Te lo cuento en una secuencia de hechos (este es el método cartesiano, José Luis):

  1. En 2009 el déficit del estado había alcanzado un 11% del PIB. ¿Por qué subió tanto en tan poco tiempo? Es obvio que no se debió al incremento del gasto público, tal como las derechas neoliberales están afirmando. Esto se debe a un problema estructural: la política fiscal del Estado español es muy regresiva. Los ingresos del Estado dependen excesivamente de las rentas del trabajo, de ahí que cuando se dispara el desempleo (del 9%  en 2007, al 18% en 2009) los ingresos del Estado caen de manera muy importante.
  2. El siguiente paso era evidente: el Estado ha tenido que pedir prestado a los Bancos para pagar la cada vez más creciente deuda. La misma no era muy importante porque el gasto público no era muy elevado. Tú ministro de economía (Solbes) mostraba orgulloso el que España tuviese una deuda tan baja, le podrías haber dicho: “claro, esto es así, porque mantienes un estado del bienestar muy poco financiado.
  3. Pero, ¿quién ha generado el inmenso volumen de deuda que tenemos en la actualidad? La deuda de las Administraciones públicas representa un porcentaje menor de toda la deuda existente en España (un 22%). La mayoría es deuda de los Bancos y deuda de las familias y empresas. España está endeudada, pero el mayor endeudamiento es el privado.
  4. Otra pregunta, José Luis, ¿quiénes son los propietarios de la deuda que tiene el Estado español? El 55% del total lo poseen los bancos y entidades financieras españolas, el resto está en manos de extranjeros. Este es un dato de gran relevancia, porque no parece cierto entonces que tengas que tomar medidas altamente impopulares debido a la presión de los mercados financieros. Es decir, José Luis, que los bancos españoles, causantes de la crisis debido a sus inversiones de riesgo, son los bancos que exigen enormes sacrificios a los ciudadanos españoles para que se les reingrese el valor de los bonos del estado a unos intereses exagerados e inflados.
  5. José Luis, estamos asistiendo a una enorme transferencia de fondos públicos del estado a los bancos y todo, con el beneplácito del Banco de España y del Banco Central Europeo que en realidad son los lobbies de la banca nacional e internacional, ¿lo sabías?
  6. Y por último, por si esto tampoco lo sabes: el Banco Central Europeo, está prestando dinero a los bancos a unos intereses bajísimos (poco más del 1%) para que compren bonos del estado (a un 6% en España). Un negocio espectacular y redondo. Estas ayudas del BCE a la banca española y europea se hace con fondos públicos de los propios estados miembros, así que todo es perfecto: la deuda de los bancos la pagamos todos, se recortan sueldos y pensiones para ello, y la ganancia se la llevan ellos: “cruda y sin riesgo”

Me despido de ti José Luis, esperando que esta pequeña lección de historia económica te sirva de algo. En todo caso, me reservo el derecho de solicitar un céntimo de euro a algunos españoles para regalarte una katana, ¡no espero que te hagas samurai!, ¡NO! es porque si tuvieses un momento digno, quizás desees hacerte el harakiri

martes, 22 de marzo de 2011

EL RAP DEL ROTO BLOG

No hace mucho tiempo que estrené este blog
Pero ya hace más de un mes que paso de él
Y mira tú por donde que hoy me he "levantao"
Con la mente intoxicada de este rapeaoooOH!! MY GOOD!!

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En tres meses sólo he escrito cuatro mierdas deprimentes
Y con esto, aunque mierda siga siendo, al menos me estoy riendo
No es el nombre de la peli de aquel poli de hojalata
Es la última cagada de una mente depravada

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No nací para bloguero y menos para rapero
Y así pasa que mi mente me juega malas pasadas
Y aunque el menda me la sude bien decía aquel Sabina
“No me gu... no me gu... no me gusta el rap”
¡¡No me ‘h’o... no me ‘h’o... no me ‘h’odas más!!

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Y ahora que me he desahogado con esta mierda 'rapeado
No me pidas que te cuente que cojones me he fumado
Sólo sé que esta mañana he meado, me he duchado, mi café me he preparado y...
¡¡Al final he despertado!!
Y estas rimas asesinas en mi mesa me he encontrado.

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martes, 8 de marzo de 2011

DE LO QUE NI SE ES NI SE HA SIDO NI SE SERÁ JAMÁS AÚN SIENDO IDEA

A veces me pregunto hasta qué punto sigo siendo la misma persona que era hace, por ejemplo, 30 años o, sin ir más lejos, hace sólo 10 años. Me refiero a que si es posible que una persona cambie tanto en su forma de ser, su forma de ver las cosas o, desde el punto de vista neurológico, de procesar la información y los estímulos que le vienen del exterior que, pasados los años, no tenga nada que ver con la persona que fue cuando su personalidad comenzó a forjarse en su infancia, hasta el punto de que un anciano muera siendo alguien totalmente distinto a aquel que fue durante su juventud.
Dicha reflexión surge del hecho de que, cuando intento recordar sensaciones o reflexiones abstractas que tenía de pequeño, ya no consigo revivir aquella inmensidad, aquel vértigo o esa impotencia que me hacían sentir dichas reflexiones. El ejemplo más palpable de esto que intento explicar es una idea que me mantenía la cabeza ocupada durante horas acerca de la imposibilidad de ser otra persona al mismo tiempo. Idea que, por otro lado, nunca he llegado a saber a ciencia cierta de donde me vino. El caso es que intentaba imaginar qué pasaría si mi ser consciente estuviera ubicado en otra persona y, por tanto, como percibiría el mundo a través de ese otro cuerpo y si podría ocurrir que esa otra parte de mi se encontrase en un lugar y en un momento concreto conmigo mismo. Esa idea, a primera vista absurda e imposible, me hacía entrar en un bucle de divagaciones mentales cuyo fin era dar respuesta a la pregunta de por qué no podía ser yo y otra persona al mismo tiempo o, desde otra perspectiva, si era posible ser una misma persona en dos cuerpos distintos. Claro está, desde la distorsión que supone el paso del tiempo, sé que dicho planteamiento queda tan alejado de la idea original que, descrito de esta forma, me resulta hasta banal y vacío de la carga metafísica que yo recuerdo que sentía sobre mi cabeza siendo niño. Era la inmensidad de la idea en sí y la imposibilidad de dar con una respuesta la que me llevaba a seguir dándole vueltas y a sentir un extraño placer en ello.
Ahora la mayoría de mis reflexiones son mucho más mundanas y materialistas supongo que porque sé que no merece la pena gastar ni tiempo ni energías en darle vueltas a asuntos como aquel y a veces me sorprendo tanto de que tuviese aquella forma de pensar que me da la impresión de que el niño que se hacía esa clase de preguntas no era yo. En el fondo, ahora me doy cuenta de que, en cierto modo, la vida me ha resuelto con los años otra paradoja que jamás me había planteado: ahora sé que se pueden poseer distintas conciencias que jamás llegarán a coincidir en el tiempo en un mismo cuerpo.
En fin, todo esto me lleva a la conclusión de que se llega a ciertas horas del día en que resulta más provechoso dejar de hacerse preguntas estúpidas y dedicar el tiempo a darle un merecido descanso al cuerpo y a la mente.
Buenas noches.

jueves, 3 de marzo de 2011

PARADIGMAS

¿Entrada nueva o viejas salidas a la ya habitual falta de originalidad?

¿Escribir desde la cama porque la silla ya no te inspira o porque es realmente la almohada la que te susurra al oído?

¿En que momento pasó el móvil de ser una herramienta de comunicación a ser el cubo en el que arrojar los despojos de una mente cansada?

¿Pueden las vibraciones sonoras del aire convertirse en ovejas para ser contadas?

Y, lo que no es menos intrigante, ¿cómo es posible que una horda incontrolada de pequeños, estilizados y negros seres de retorcidas formas pedunculadas consigan aferrarse a las pestañas hasta lograr con su peso cerrar los ojos del que busca el sueño entre las páginas de un libro?

Tantas preguntas pueden hacerse como formas de encontrar el sueño haya.
Lo cierto es que llega un momento en que el peso de los párpados se hace insoportable mientras escribo y mis dedos se niegan a responder a las órdenes que la mente les dicta. Es en ese momento cuando el mundo real más allá del pellejo que define los confines de mis párpados deja de existir para dar paso a la realidad del mundo onírico que, aunque aparentemente vacío la mayoría de las veces, está ahí para tamizar los millones de datos que mi cerebro recibe a lo largo del día.
Sea como fuere, al día siguiente, si todo va como es de esperar, volveré a abrir los ojos y el mundo que desapareció detrás de mis párpados cerrados volverá a materializarse invitándome a salir de mi letargo primero y, más tarde, de la cama que, tan callada ella, veló mi inerte cuerpo durante la noche. Y de aquel mundo onírico que existió el tiempo que permanecí dormido es posible que algo persista retenido en mi memoria mas, muy probablemente, ya nada quedará de él antes de que me haya incorporado y las plantas de mis pies reposen sobre el helado suelo del dormitorio.
Existencia efímera, pues, la de los sueños de aquel que, muy a su pesar, no suele recordarlos.

lunes, 14 de febrero de 2011

EXORCISMO

No hace aún mucho de aquello. El caso es que la veo aparecer de vez en cuando, casi por sorpresa, en alguna foto o leo algo que hace referencia velada a ella y aún me invade esa inquietante sensación de desasosiego que produce el tener la impresión de que se han hecho mal las cosas, de sentir la ausencia de alguien y de echar de menos su cercanía. Esa sensación de un puño que te constriñe el corazón cuando te ronda por la cabeza la idea de que lo tenías todo y, ahora, ya no tienes nada. De saberte culpable de tu soledad. Son momentos pasajeros que duran lo que dura un suspiro, a veces incluso un poco más. Luego, esa sensación va desvaneciéndose poco a poco, como el humo de un cigarro que se expande por los rincones de una habitación, conforme te vas convenciendo a ti mismo de que lo que en realidad echas en falta es una presencia física, no a una persona que, al fin y al cabo, te fue empujando poco a poco al abismo donde ahora te encuentras. Así hasta que no queda nada, sólo el vacío de tu soledad.
Es la pesadilla recurrente de mi vida, algo que siempre se repite como un ritual ancestral que mi cabeza lleva a cabo con el fin de exorcizar los demonios de la culpa y el miedo a sentirme sólo, olvidado y nunca más amado. Lo sufrí especialmente hace unos años, con la persona con la que creí que compartiría una nueva vida al norte de mi pasado, y lo he vuelto a sufrir ahora en unas circunstancias totalmente distintas, ni tan dramáticas ni tan duras como antaño pero, en definitiva, dolorosas... Es el luto que todo desamor conlleva, supongo.
Y mientras lo racionalizo, me asalta de repente la idea de que todo esto no sea más que una forma de expresar cierto masoquismo que llevo dentro, de sentir el dolor como una forma de auto flagelación y penitencia que expíe el sentimiento de culpabilidad por el daño infringido con mis decisiones a quienes estuvieron a mi lado y compartieron su vida conmigo. Me gustaría pensar que quizás ello sólo sea el fruto de haber crecido con una educación católica en el que la culpa, el arrepentimiento y la salvación a través del sufrimiento es el pan nuestro de cada día. Si es así, ya es suficiente consuelo para alguien que dejó de creer en la salvación eterna hace mucho tiempo.
Como no podía ser de otra forma, al final del proceso consigo salir de semejante pozo de negatividad enganchado a la idea, como si de un inmenso globo de helio que sube irremediablemente hacia el cielo se tratase, de que es mejor que las cosas hayan sucedido así.
La vida sigue y, al final, los caminos que nos unen siempre terminan separándose.

sábado, 12 de febrero de 2011

TRAYECTO HACIA LA CUMBRE

Miro a un lado, miro al otro, vuelvo a mirar y sólo me veo a mi repetido como el eco que se pierde entre los riscos de mi escarpada existencia. Distintas versiones de mi mismo que si las sumas no hacen ni la mitad de lo que yo esperaba ser algún día... ¿Dónde se habrá quedado el resto de mi? Me pregunto mientras mi eco se desvanece entre las gargantas que engulleron mi pasado.
Mientras, la tortuosa senda debe continuar montaña arriba y yo he de colocar, uno a uno, los adoquines que me conduzcan hacia la cima sabiendo que cada uno de ellos lleva grabado a fuego en su interior mi único y verdadero final. Un final que no podré adivinar hasta que no concluya el trayecto hacia la cumbre y, quien sabe si una vez allí, sabré dar el salto que me lleve al infinito o, acobardado por la envolvente sensación de vértigo que produce la visión de tanta inmensidad, volveré sobre mis pasos para recuperar lo poco que quede de mi mismo...

Sea como sea, más dura será la caída.

martes, 8 de febrero de 2011

ERRORES ERRANTES

Somos la suma de nuestros errores porque son los errores que cometemos a lo largo de nuestra vida los que dan sentido a la misma. Así como el método del ensayo y error es la base del aprendizaje y del avance de las ciencias empíricas, nuestra existencia cobra sentido y peso a través de las equivocaciones que cometemos hasta alcanzar la meta deseada. Al fin y al cabo no hay mayor acierto que el de saberse equivocado, ya que es lo que nos permite enmendar el error cometido, si queremos, claro.

Ya lo decían los antiguos: errar es de sabios y quizás por ello el Holandés se echó a la mar, huyendo quizás de sus propios errores y contradicciones. Lo que me lleva a pensar que cuanto más yerra el caminante más perdido se encuentra y, a la vez, más desarraigado se siente. Por tanto, nada hay como cometer errores para sentir tu espíritu libre de cadenas que te aten a un lugar fijo y, en consecuencia, a las equivocaciones allí cometidas.

"Aprendo de mis errores como un perro aprende de su amo"... eso dije o eso me pareció decir hace tiempo. Que qué fácil resulta a veces equivocarse y decir, sin pretenderlo, digo donde dije Diego.

De modo que, por lo que parece, soy en cuanto que yerro, al menos como yo lo veo, que también puedo estar equivocado y, de ser así, rectificaré puntualmente en cuanto me entere de ello.

He dicho.

sábado, 5 de febrero de 2011

TIPO TEST

Fulanito es un feliz y despreocupado individuo que vive la vida lo mejor que puede, sin complicársela ni a él ni a los que le rodean, lo que no quita para que también tenga, como todo hijo de vecino, sus ralladuras mentales y preocupaciones transitorias varias. En definitiva, Fulanito es un tipo corriente con una vida más o menos corriente y con ciertas inquietudes éticas, estéticas y artísticas como otros cientos de miles de personas en este planeta.
Recientemente Fulanito tuvo una relación sentimental de 6 meses de duración con Menganita. Tras continuas y más o menos regulares tiranteces y desavenencias que quedan fuera del ámbito del presente estudio, Menganita decidió poner fin a dicha relación al sentirse por enésima vez despechada a causa de cierta actitud de Fulanito que, desde un punto de vista objetivo y neutral, el presente estudio ha concluido considerar totalmente legítima.
Durante el seguimiento del sujeto de estudio tras la ruptura con Menganita se ha venido constatando cierta actitud de empatía y un evidente estado de preocupación por el estado anímico de Fulanito en sus allegados, algo totalmente comprensible dada la naturaleza sentimental de la fuente de preocupación. No obstante, tras las correspondientes pesquisas realizadas a dichos allegados y con las observaciones de campo llevadas a cabo no se han observado síntomas visibles y/o remarcables de decaimiento anímico en el estado emocional del sujeto.
Así pues, con los datos aportados en el anterior enunciado, elija la que estime usted que sea la respuesta correcta a dicha falta de atonía emocional en Fulanito y razone su elección:

AFulanito vio venir el inminente final de su relación con Menganita y tuvo tiempo para prepararse emocionalmente.

BFulanito es un tipo curtido por una vida llena de hostias sentimentales y escabrosas relaciones y ésta con Menganita no ha supuesto nada por lo que le merezca la pena preocuparse.

CFulanito es como los gatos, no deja ver fácilmente cuán jodido está por dentro para no demostrar ni un ápice de debilidad. De ahí que las conclusiones expuestas en el enunciado sean totalmente erróneas y que el sujeto en realidad esté completamente hecho mierda anímicamente, aunque el estudio no lo demuestre.

DFulanito es un hijo de p***, un ser inhumano, frío, calculador y sin sentimientos que ha maltratado emocionalmente a Menganita y, en realidad, estaba esperando a que ella diese el paso para quitársela de en medio, por eso Fulanito merece pasar el resto de su vida sólo y olvidado.

EFulanito se preocupa más por el bienestar emocional de sus allegados que por el suyo propio y, con tal de no ser una molestia para ellos, les tranquiliza diciéndoles que está bien.

FNinguna de las anteriores.

martes, 1 de febrero de 2011

BUCLE 2

¿Saltas para alcanzar las nubes o para alcanzar con la vista más lejos? Te haces de nuevo la misma pregunta tras cientos o quizás miles de infructuosos intentos y al fin caes en la cuenta de que, por un lado, aquellas nubes que intentas alcanzar se te deshacen entre los dedos cuando crees llegar a ellas y de que, por otro, la vista sólo te alcanza para verte las puntas de los pies cuando miras hacia abajo por temor a pisar mal en la caída. Entonces, te detienes en seco, miras hacia arriba y ves que las nubes se han retirado para descubrirte que detrás del azul cielo invernal sólo hay un frío Sol que ni siquiera alcanza para calentar tu helado corazón.

Es en ese preciso instante cuando, sin previo aviso y de forma casi imperceptible, te recorre ese escalofrío por el espinazo que tanto odias como igualmente anhelas. Es curioso porque, aunque tú no lo sepas, lo que realmente te gusta es la sensación que se te queda en el cuerpo después de que el último latigazo del escalofrío se haya consumido. ¡Lo que son las cosas! No puedes fiarte ya ni de tus propias sensaciones. De modo que sacudes el cuerpo y decides seguir saltando para ver qué hay más allá del frío azul del cielo.

domingo, 30 de enero de 2011

BUCLE 1

Cuando las gotas de agua llegan a pesar tanto que sientes que te aplastan el alma, es posible que haya llegado el momento de sacar el paraguas.
De repente, pisas un charco y notas que el agua te llega al cuello. Miras la alcantarilla y ves que aún sigue atorada por las hojas con que los árboles regaron las calles el otoño pasado.
Y, pese a que arrecia el temporal, sigues caminando y ves que los socavones de la calle cada vez son más grandes y numerosos y piensas con desdén que alguien debería hacer algo para arreglarlo.
Caminas hacia casa sin prisa pero sin pausa, sorteando socavones que rebosan agua y alcantarillas que no tragan, mientras el paraguas, zarandeado por el viento, pone en jaque tu agotada muñeca y, una vez más, vuelves a ser consciente de que, tras un par de giros de llave, encontrarás el reconfortante abrazo de tu casa, la irreductible guarida en la que nada te afecta y todo pasa.
Te sientas ante el portátil y escribes: "Cuando las gotas de agua..."

martes, 25 de enero de 2011

ERRAR ES DE VIVOS

Podría reescribir mi vida mil veces con todos los errores manifiestos que he cometido y de los cuales he sido consciente y me he arrepentido alguna vez en el pasado.
Podría sacar de ellos otras tantas vidas distintas, quién sabe si mejores que la que tengo ahora y con la cual me he de conformar.
Podría vivir mi vida otras cien veces y volver a cometer los mismos errores o no y, sin embargo, arrepentirme igualmente de los no cometidos.
Podría viajar al pasado para deshacer lo que hice en su momento y vivir mis vidas no pasadas y, al final, darme cuenta de que más vale pájaro en mano que ciento volando.
Podría intentar enmendar los errores según me doy cuenta de ellos antes de que la bola se haga tan grande que me sea imposible pararla y me arrastre sin remedio hacia donde no quería llegar.
Podría...
Pero es posible que los errores sólo sean un modo de justificar aquello que no nos gusta de una vida que vivimos con un ojo mirando al pasado y otro al futuro, sin percatarnos de que el auténtico error es no ver lo bueno que se nos presenta a cada instante.
En definitiva y a pesar de todo, puedo decir orgulloso que aún sigo cometiendo errores, lo que significa que , a fin de cuentas, sigo vivo y que, por tanto, tampoco lo he hecho tan mal.... porque errar es de vivos.

jueves, 20 de enero de 2011

RETROSPECTIVA DE UN PASADO MEJOR

TRASCENDENCIA I
Sé que mañana no podré pensar. No pensaré en nada, porque nada me lo permitirá. Y cuando digo pensar quiero decir imaginar, soñar, calcular, descifrar, divagar mentalmente… ¡Yo qué sé!
Sé que mañana dejaré de pensar. Después de tantos años me podrá venir bien. No pensaré ni en ti ni en mí, ni en ellos ni en vosotros. ¿Quién lo necesita? A partir de mañana mi cabeza dejará de estar poblada de caras con nombre o de nombres con cara o de caras sin nada… ¡Qué sé yo! Sólo sé que estará vacía, despoblada, sin nadie que me moleste. Limpiaré mi materia gris de pensamientos y de cualquier cosa que me pueda hacer pensar. Y, así como el aire que va llenando una vasija según se va vaciando, así será llenado por el vacío el hueco que dejen esos pensamientos, fluyendo libremente desde la nada.
Al fin seré libre, porque mi mente será liberada de la prisión en la que fue confinada hace ya tantos años.
¡Qué magnífico! Toda mi vida escapando, fluyendo, liberándose a través de un pequeño agujero de 9 milímetros de diámetro.

TRASCENDENCIA II
Has cerrado la boca, por fin. Te ha costado pero, felizmente, la has cerrado. Ya pensaba que iba a tener que aguantar tu insulsa verborrea eternamente. ¡Qué descanso!
No tengo ni idea del tiempo que has necesitado para conseguir que ese agujero negro y hediondo que tienes por boca dejara de emitir aquel monótono e hiriente sonido considerado, aunque me cueste admitirlo, como voz. Me ha parecido una eternidad. Una interminable eternidad aguantando el golpeo múltiple al que me has tenido sometido. Una insufrible eternidad escuchando una y mil veces la ristra de reproches, burlas y mentiras que han permitido que, finalmente, te desahogaras y te quedaras –supongo- tranquila. Reproches que, por otro lado, siempre he considerado absurdos.
Pero, qué más da. Lo importante es que definitivamente he dejado de oírte. Ahora, lo único que oigo son tus pasos alejándose hacia la salida, tu leve gimoteo desvaneciéndose en el aire y reverberando en las inmaculadas paredes de la sala y la puerta cerrándose con un golpe seco tras de ti.
Al fin todo es silencio. Rodeado por el gélido, seco y oscuro ambiente del depósito, tengo la certeza de que ya nada podrá perturbar la que creo que es mi merecida Paz Eterna.
 
EL BOSQUE 
A los veintimuchos años de edad llegas a creer que ya lo has vivido todo y que nada nuevo te puede sorprender, sobretodo si con el paso del tiempo tu vida se ha reducido a la rutina diaria de dormir, trabajar, comer, salir los fines de semana y, de vez en cuando y si los hados te son favorables, echar algún que otro polvo. Así era mi vida antes y,aunque a la mayoría de los mortales como tú os pueda llegar a aburrir, te aseguro que la prefiero a la que llevo ahora. Todo el puto día caminando de un lado para otro sobre una interminable alfombra de hierbajos carnosos y húmedos,sin otra cosa que hacer mas que mirar hacia arriba intentando atisbar algún rastro de cielo que asome tímidamente entre las frondosas copas de los árboles que, vaya a donde vaya, siempre me rodean, para averiguar si se avecina una tormenta o no, ya que es el único fenómeno que perturba la aburrida monotonía de este lugar, o si es de día o de noche, porque aquí todo está iluminado siempre con la misma pálida y mortecina luz, o si realmente hay algo más ahí fuera que no sea bosque. 
Lo único que rompe el tedio de mi actual existencia es la presencia de los otros. Sí, los otros, porque hay más gente aquí, conmigo. Pero llegaron antes que yo, unos hace mucho y otros poco antes de mi llegada, aunque el tiempo exacto que llevamos aquí cada uno no lo sabemos porque no hay nada que nos permita medirlo. Quizá el crecimiento de los árboles pero es que, al final, realmente te termina importando una mierda el paso del tiempo. Bueno, a decir verdad, hay un detalle que te da una idea, no del tiempo transcurrido, sino de quiénes delos que aquí estamos son los más veteranos. Tiene que ver con el aspecto físico, pero no es el envejecimiento porque aquí nadie envejece. Es, más bien,el cambio del color de la piel y de sus matices y su textura. Da la impresión de que con el tiempo el bosque te va haciendo suyo, te vuelves como él, con sus tonos verdosos y ocres, húmedos y, a su vez, ásperos. Vas tomando su aspecto,inhóspito y sobrecogedor pero a la vez lleno de vitalidad. Realmente, cada vez que veo a uno de esos veteranos, tengo que hacer un esfuerzo mental para no creerme que es un elfo o algún ser fantástico de aquellos que habitaban en los bosques de antaño. Además, da la casualidad de que casi todos ellos tienen rasgos marcadamente orientales y hablan un idioma que bien podría ser chino o japonés. Ciertamente, pocos somos los occidentales que hasta aquí hemos venido a parar, aunque creo que todos desde el Viejo Continente. 
Por cierto,hablando de venir a parar, tal vez quieras saber precisamente eso: cómo he llegado hasta aquí y qué clase de bosque tan extraño es este. Sin embargo, me temo que no podría ni sabría explicártelo, pues no lo recuerdo. Pero lo que sí te puedo decir es que lo último que recuerdo de mi vida “normal” es que estaba admirando de cerca un regalo de empresa que me había hecho el director de la compañía para la que yo trabajaba. Se trataba de un precioso y milenario bonsai de hayas dispuestas en forma de bosque.

CITAS INCITADAS (Una colección de citas imposibles extraídas de relatos jamás contados)

“Mientras me dirigía por aquel angosto y oscuro pasillo hacia la arena del circo, fui consciente de que allí mismo me estaría esperando Caronte, dispuesto a cobrar sus dos monedas de plata por hacerme cruzar Estigia. Asumí por tanto que la hora de mi muerte no andaba muy lejana."

“Inconscientemente y casi sin darme cuenta, aquella tarde me sorprendí pensando en ti y en lo que vivimos juntos y, de repente, lo vi todo claro. ¿Cómo pude haber sido tan ingenuo de no caer en la cuenta de que de un antro como aquel en el que nos conocimos, en el que las cucarachas corrían libres y felices por encima de los platos, no podía salir nada bueno?.”

“Aquella mañana el ambiente en la ciudad bullía como nunca antes recordaba, no en vano acababa de impactar el primero de una larga serie de misiles nucleares.”

“Me sentí como si el Tiempo se hubiese detenido a nuestro alrededor. Totalmente entregados a la pasión que rezumaba por nuestros poros, ella sostenía firmemente mis manos entre las suyas y yo, hipnotizado por su belleza, no podía dejar de mirar sus grandes y preciosos ojos del color de la miel y sus rojos y carnosos labios, de los que sólo me separaba un palmo. Fue justo en ese preciso y precioso instante cuando todo mi ser se vio convulsionado por un inoportuno y salvaje estornudo.”

“Así que, después de aquello, no tuve más remedio que partir solo hacia un lugar apenas familiar para mí, donde no esperaba encontrarme a nadie conocido y en el que, cualquier esperanza de éxito personal, resultaba totalmente vana. Es más, de no haber sido por lo que pesaba la condenada maleta, habría pensado que estaba muerto y que mi destino era el mismísimo infierno.”

“De repente, en un segundo, vi desfilar mi vida ante mis ojos. Y, entonces, pensé: Pues menuda mierda de vida.”

“Aquel paseo espacial en la profundidad del espacio fue el más desastroso que se recuerda en la historia de la Agencia. Mi compañero estuvo a punto de perecer en el transcurso del mismo debido a que, no se supo muy bien cómo y a pesar del duro entrenamiento recibido en la Tierra, sus constantes vitales se dispararon hasta que terminó perdiendo los papeles. Afortunadamente, logramos devolverle al interior del módulo en el último momento. Años después, durante nuestro retiro en la colonia marciana, me confesaría en su lecho de muerte que jamás había logrado vencer el pánico a la oscuridad que sufría desde la infancia.”

“...Era como si un tren me hubiera pasado por encima: me sentía incapaz de poner un poco de orden en mi caótico cuerpo.”

“Conseguimos seguirle el rastro hasta la fábrica de toldos pero, una vez allí, nos dio esquinazo fácilmente; por algo se hacía llamar La Sombra.”

“Un silencio inquebrantable envolvía a todos los asistentes a la comitiva fúnebre, la cual avanzaba lenta y majestuosa entre los cipreses que flanqueaban el camino hacia el mausoleo familiar. Habría sido un funeral digno de reyes de no haber sido porque alguien olvidó traer al difunto desde el tanatorio.”

“Nuestra situación era desesperada: nos encontrábamos a miles de kilómetros de la civilización y, ahí fuera, la ventisca arreciaba cada vez con más fuerza. Entonces, en aquel preciso momento, el capitán Starving, sin perder un ápice de su flema británica, comenzó a mascullar a duras penas: Señores, es sabido por todos que nos encontramos al borde de la muerte, sin víveres y sin posibilidad de hacernos con provisiones. Es por ello que creo conveniente decir que va siendo hora de que pongamos algo de nuestra parte. De modo que, como jefe de la expedición, me siento en la obligación de ser el primero en dejar a su entera disposición mi enjundiosa pierna izquierda.”

“El capitán al mando arengó a sus tropas diciéndoles con voz quieta pero firme: Caballeros, hoy será un gran día y en sus manos queda que permanezca en el recuerdo de muchas generaciones. De modo que, sin más dilación, antes de que el mariscal de campo haga acto de presencia dispuesto a dirigir el asalto, hagan el favor de recoger su equipo y... ¡por Dios y por la dignidad de nuestro compañeros caídos! ¡Aléjense como alma que lleva el diablo de este infierno!.”