martes, 21 de octubre de 2014

Experimento al filo del teclado

"No supo reconocer el semblante dubitativo en aquel rostro sin boca y, a pesar de ello, continuó interrogándole hasta pasada la media noche, no por escuchar lo que tuviera que decirle, ya que sin boca poco o nada podría contarle, sino más bien por arrancar de esos ojos vacíos el menor indicio de empatía hacia los miles de personas cuyas vidas había reducido a la más absoluta miseria.
Aquel indicio de duda pasaría sin embargo desapercibido y, más tarde, el interrogador lo tendría que pagar caro pues sería él el siguiente en caer irremisiblemente en la miseria en aquel agujero hediondo que era Vidriópolis. La duda era la clave para alcanzar la cerradura que mantenía herméticamente cerrada su mente de cualquier amenaza que pudiera menoscabar su entereza y su entrega ciega a la causa y esa duda sólo podía asomar a través de su mirada abismal haciendo vibrar las cuerdas adecuadas, como un arpista haría con su arpa."

Esto que acabas de leer no es más que una especie de ejercicio o un intento de experimentación con algo que pudiera parecerse a la "autoescritura". Bueno, el caso es que lo escribí hace unos meses sin tener nada en mente, simplemente me puse delante del teclado y me dije "a ver que me sale si empiezo a hilar palabras una detrás de otra, sin una idea previa o un guión mental, para formar frases o algo parecido a una historia con cierta coherencia aunque carezca de trama o sentido. El resultado fueron esos dos párrafos de ahí arriba y, aunque cuando los acabé los dejé como borrador para intentar continuar la pseudo-historia que acababa de parir, he llegado a la conclusión de que mejor lo dejo estar así, como el comienzo a una historia abierta y aún no escrita que puedas acabar tú... o yo... o nadie.
En fin, quizás algún día repita este experimento para ver si me sale algo con más enjundia.

lunes, 31 de marzo de 2014

Hastío

Ayer noche, después de darme un paseo por facebook, terminé yéndome a la cama, además de tarde, sin nada de sueño, supongo que por eso del cambio horario, y con un profundo sentimiento de hastío.
Hastío, en general, por la farsa de mundo que hemos creado y en el que no nos queda otra que vivir.
Hastío por las personas que nos gobiernan y gestionan, por no decir roban, nuestro dinero.
Hastío por las injusticias que se cometen a todos los niveles (que son muchas para enumerarlas).
Hastío por la manera en que el modelo capitalista de consumo maltrata al medio ambiente en general y a los seres vivos en particular.
Hastío por la manera en que los medios de comunicación manejan la información, maltratan nuestro sentido común y se burlan del grueso de la población con el beneplácito de esos mismos que nos gobiernan.
Hastío, en particular, por lo cada vez más inocuo y vacío de contenido e intención que me parece todo lo que veo en la red.
Total que, para rematarlo, esta mañana me he despertado con un sueño en el que, al final del mismo, me encontraba, literalmente, caminando por calles conocidas entre gente desconocida y sin saber a donde ni por qué.
Afortunadamente, me queda el consuelo de pensar que menos mal que soy un tipo que no me deprimo fácilmente por nimiedades como estas y que, para bien o para mal, la vida sigue.